Una mano furtiva masajea las tetas preciosas de July
JulyXXX tiene unas tetas preciosas que muestra con orgullo en sus sesiones de chat
July XXX es una chica encantadora, con una sonrisa que puede desarmar a cualquiera y una naturalidad que hace que hablar con ella sea siempre agradable. Por las noches, hace videollamadas con sus mejores amigos. Así los excita y ella goza con semanas de intenso trabajo. July se sirve té, se pone cómoda y se conecta desde su cama, donde la luz suave de las lámparas iluminan su rostro y su bello cuerpo en la pantalla del chatXXX.
Mientras charlan, July nota algo extraño en el reflejo de su pantalla: una mano furtiva aparece brevemente detrás de ella, apenas visible en la esquina de la imagen. Sorprendida, se gira rápidamente, pero no ve a nadie en la habitación. Sonríe, pensando que tal vez solo ha sido un efecto extraño de la luz o algún reflejo confuso en la cámara.
Sin embargo, unos minutos después, mientras JulyXXX habla, la mano furtiva vuelve a aparecer en la pantalla, esta vez un poco más cerca, con los dedos estirados como si estuviera intentando alcanzar sus tetas. July siente un escalofrío de placer, pero intenta actuar con calma y no interrumpir la charla con sus amigos. Mira alrededor de la habitación nuevamente, segura de que está sola.
Una mano furtiva agarra las tetas de JulyXXX
De pronto, la mano aparece una vez más, y ahora sí, siente que están agarrando sus tetas. “¿July, quién está ahí contigo?” preguntan sus amigos al otro lado del chatXXX. July traga saliva y, sin quitar la vista de la pantalla, contesta excitada que no había nadie más en casa. Todos quedan en silencio unos segundos, y la mano masajea lentamente las bonitas tetas que todos pueden ver tras la pantalla, quedando completamente visible en la cámara, y haciéndola gemir.
Esa noche, JulyXXX se olvida de la computadora, y sin darle más oportunidad a sus amigos del chat, deja que la mano furtiva la posea en la habitación, dejando la pantalla encendida y el misterio sin resolver. Desde entonces, cada vez que está en videollamadas, sus amigos esperan que una mano furtiva aparezca en la pantalla, y la haga gemir como aquella vez. Y todos puedan masturbarse viendo tal espectáculo.